Es prioritario entender los posibles condicionantes que hacen que el problema que tengo perdure en el tiempo. Por ello la educación en salud es una de nuestras prioridades.
Si te duele la espalda desde hace 20 años o siempre que corres cierta distancia te duele la rodilla, es muy probable que haya hábitos que impidan la mejora de la situación.
Cambiar esos hábitos es en muchos casos, el mejor método coste-beneficio para conseguir los resultados deseados. Ayudar a conseguir estrategias prácticas y realistas es uno de los grandes retos.
Cuando tenemos unos hábitos correctos, la parte de corregir es mucho más fácil, e incluso en algunos casos no es necesaria.
Aquí entran todas las herramientas específicas con las que trabajamos para mejorar aquello que impide que la lesión evolucione correctamente. En esta parte hay que descifrar el factor limitante y trabajarlo específicamente.
Nos encanta esta parte, es donde todas nuestras horas de estudio, pasión y conocimiento se ponen en práctica. El gran problema es que sin la primera parte, unos buenos hábitos, la corrección puede quedarse en un parche, pero trabajando conjuntamente la probabilidad de éxito se multiplica.
Habiendo conseguido las dos primeras partes, toca afianzar el proceso fortaleciendo los eslabones débiles, recuperando un equilibrio y armonía para mantener un cuerpo robusto y resiliente, capaz de afrontar aquello que le demandamos.
Todos los pacientes tienen algo en común. Vienen por que les duele algo.
Gracias a las últimas investigaciones en neurociencia, ahora sabemos que el dolor no refleja siempre que algo esté mal o algo esté “roto”.
Eso funciona perfectamente en el dolor agudo, nuestro cerebro trata de protegernos y evitar más daños y para ello genera una orden de dolor. En esos casos nuestra labor está en ayudar al cuerpo a llevar a cabo los procesos de reparación de la mejor manera posible y respetar los plazos de la lesión.
El problema surge en los dolores recurrentes, cuando no hay un daño estructural y nuestro cerebro trata de protegernos como si lo hubiera.
El dolor es una información, nos dice que nuestro cerebro está interpretado que hay un peligro o un potencial peligro y que hay que evitarlo.
Para ello sus estrategias van a ser limitar movimientos, aumentar la sensibilidad táctil, generar tensión muscular, etc. Hay que saber leer en el cuerpo la información de la que se está protegiendo y entender la historia de cada persona para poder descifrar porque el cerebro ha adoptado esa estrategia y cómo podemos revertirla.
Si entendemos el dolor como una información de alarma, veremos que el problema no está en la alarma, que es un mensajero, sino en corregir la situación que ha llevado a nuestro cerebro a protegernos, en muchas ocasiones de manera excesiva. Deshaciendo este bucle de dolor-proteccion-tensión, podemos hacer que el cerebro normalice el nuevo estado y deje de mandarnos una señal dolorosa ante situaciones que no suponen un peligro.
Dentro de nuestro equipo, tenemos distintos especialistas con técnicas y herramientas específicas, para tratar distintos tipos de pacientes.
Aun así todos compartimos una visión conjunta de lo que es fisioterapia, salud y un razonamientos clínico similar que hemos ido aunando y puliendo con la experiencia.
Dentro de los campos que más trabajamos son la fisioterapia deportiva, los pacientes con dolor crónico, la fisioterapia visceral y la fisioterapia de la articulación temporomandibular (ATM).
FISIOTERAPIA DEPORTIVA
Son todas las lesiones que tengan que ver o estén relacionadas con el deporte.
Como fisioterapeutas y deportistas, entendemos la psicología del deportista e intentamos ayudar en proceso de recuperación, con las técnicas más eficaces y efectivas disponibles en este momento.
FISIOTERAPIA PARA EL DOLOR CRÓNICO
Existen muchas novedades en torno a la comprensión del dolor y especialmente el dolor crónico.
El dolor es un mecanismo de alarma que nos ayuda a protegernos pero ahora también sabemos que existe dolor sin que haya un daño en los tejidos y que es sistema nervioso puede activar señales de alarma en situaciones normales.
FISIOTERAPIA VISCERAL
Nuestras vísceras pueden presentar disfunciones o tensiones que se reflejan en otras partes de nuestro cuerpo, en muchos casos de dolor recurrente el sistema visceral puede estar involucrado.
Normalizar las tensiones viscerales, puede tener un potente efecto en los dolores de la columna, tanto cervical, dorsal y lumbar.
Existen muchos desequilibrios en la mordida, o disfunciones como el bruxismo que pueden hacer aparecer tensiones en la ATM.
Es en muchos casos fuente de dolor cervical y dolor de cabeza. Un buen tratamiento en esa área, es la clave en cantidad de casos de dolor cervical recurrente.
Dentro de los campos que más trabajamos son la fisioterapia deportiva, los pacientes con dolor crónico, la fisioterapia visceral y la fisioterapia de la articulación temporomandibular (ATM)
Nuestras técnicas han sido cuidadosamente seleccionadas para abarcar de la manera más efectiva posible los distintos tejidos y problemas con los que nos encontramos.
Desde nuestra experiencia como deportistas y en nuestra vida profesional, hemos creado una metodología de trabajo buscando siempre la mejor calidad posible en nuestros tratamientos.
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